lunes, 15 de junio de 2015

El calendario de fiestas tradicionales en los pueblos de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid

El calendario en las sociedades campesinas tradicionales tenía un carácter cíclico, muy vinculado a las actividades en el campo. Esta visión cíclica se relacionaba con el cambio de las estaciones, el cual determinaba las tareas que el hombre debía realizar en el campo. Cíclica era también la concepción de la vida: nacimiento, matrimonio y defunción. Antes de la revolución industrial, el hombre estaba especialmente atento de ciertos momentos críticos del calendario, que podían garantizar o hacer peligrar la subsistencia de la comunidad: la llegada de las lluvias, la abundancia o no de sol, etc.. Es por ello que en determinadas fechas cruciales para el devenir de la cosecha, estas gentes se ponían bajo la protección de intemerdiarios tales como Vírgenes o santos.

Este calendario festivo estaba también muy vinculado a la religión católica, y en muchos casos entroncaba con fiestas de carácter pagano, como es el caso de la Navidad, que en sociedades prerromanas, al coincidir con el solsticio de invierno, se conmemoraba el nacimiento del Sol.

En estas fiestas, se asignaba un papel distinto al individuo en función de la edad y el sexo. Destaca en este sentido el protagonismo de los mozos, en especial en las fechas navideñas, Carnaval o las fiestas de mayo. Los mozos eran aquellos individuos, que desde los quince o dieciséis años, no habían contraído matrimonio. Los mozos constituían la llamada Sociedad de mozos, que contaba con sus propias autoridades, como el alcalde, alguacil o secretario. Un momento importante en la vida de los mozos ocurría cuando entraba en quinta, al ser requerido para cumplir sus obligaciones militares, Así, era el primer momento en el que el individuo abandonaba el pueblo y la comunidad. Era el primer paso hacia la madurez, el cual se completaba con el matrimonio, pasando a ser un vecino, con el ejercicio pleno de sus derechos y obligaciones. Estas celebraciones de los quintos incluían el tallaje, fiestas de despedida, entre las que figuraban bailes, limonadas, rondas, etc.

Asimismo, estas fiestas suponían una gran oportunidad para el encuentro entre mozos y mozas, favoreciendo el cortejo y posterior noviazgo.

Actualmente se ha perdido el calendario festivo tradicional, debido al abandono de las tareas agrícolas y al despoblamiento de los pueblos de la zona. Hoy se pretende adaptar el calendario festivo al periodo vacacional de los habitantes de la ciudad, que se centra en los meses de Julio y Agosto. Con todo esto se han perdido muchas de las tradiciones festivas de la zona. Se busca la mayor afluencia de público posible intentando que no coincidan en el calendario las fiestas de distintas localidades, con lo que desde principios de Junio a finales de Septiembre se suceden las fiestas de los municipios de la zona. Para ver el trabajo completo, pincha en el siguiente enlace

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